Es un poema tan bello que estremece. Lo he oído varias veces y me gustaría copiarlo, pero no sé cómo. ¿Me lo puedes enviar tú, vía estrellas mensajeras?
Lo dejaría todo, todo lo tiraría: los precios, los catálogos, el azul del océano en los mapas, los días y sus noches, los telegramas viejos y un amor. Tú, que no eres mi amor, ¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz: telescopios abajo, desde la estrella, por espejos, por túneles, por los años bisiestos puede venir. No sé por dónde. Desde el prodigio, siempre. Porque si tú me llamas -¡si me llamaras, sí, si me llamaras!- será desde un milagro, incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso, nunca desde a voz que dice: "No te vayas."
Colombine, a Pedro Salinas lo oí desde muy niña en la voz de mi padre que lo admiraba mucho. Desde entonces vuelvo a él en las páginas del mismo libro que él tenía en su biblioteca y yo tengo ahora en la mía. Cuando releo a Salinas, regreso a mi infancia y mi casa natal en una provincia hermosa de Chile llamada La Serena.
Es un bello amanecer de domingo con este nuevo regalo que nos haces, Colombine. Mis saludos y mi alegría.
Me interesan las palabras y los espejos , lo que reflejan y lo que ocultan. Me gusta mirar y ver lo que pasa . Creo que todo puede ser expresado y que el mundo es algo mejor de como nos lo presentan en los telediarios.
6 Comments:
Es un poema tan bello que estremece. Lo he oído varias veces y me gustaría copiarlo, pero no sé cómo. ¿Me lo puedes enviar tú, vía estrellas mensajeras?
Abrazos.
SI ME LLAMARAS
¡Si me llamaras, sí,
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
"No te vayas."
Si me llamaras
......
!No te vayas!
Entre esas dos suplicas el amor ....
Mientras tanto quedate un ratito con tus ojos de buho desvelado, solo un ratito y en silencio, hasta que venga el sueño
Colombine, a Pedro Salinas lo oí desde muy niña en la voz de mi padre que lo admiraba mucho.
Desde entonces vuelvo a él en las páginas del mismo libro que él tenía en su biblioteca y yo tengo ahora en la mía.
Cuando releo a Salinas, regreso a mi infancia y mi casa natal en una provincia hermosa de Chile llamada La Serena.
Es un bello amanecer de domingo con este nuevo regalo que nos haces, Colombine.
Mis saludos y mi alegría.
Lila, yo te saco una fotocopia del poema y de lo mando.
Besos
Therese, no te preocupes, ya lo tengo. Las estrellas mensajeras son de una eficiencia incomparable.
Abrazos Colombine.
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